Entrevista a MªCarmen Alegre (participante del Aula de Medios de Comunicación) realizada por sus propios compañeros.
Se define como atrevida. Y lo es. A los 45 años empezó a estudiar Magisterio, especialidad de Filología Inglesa, cuando ya sus hijos “no la necesitaban tanto”.
Desde entonces no ha dejado por preocuparse y ocuparse por educar en los numerosísimos centros en los que MªCarmen ha practicado su vocación: La Enseñanza.
Pero además es una persona curiosa por aprender de la vida y de las personas que le rodean. Castellón, Madrid, Murcia y Valencia son algunas de las ciudades en las que ha vivido esta maestra de inglés que empezó siendo, cosas de la vida, peluquera y un oficio le llevó a otro, casi por casualidad...
Desde entonces no ha dejado por preocuparse y ocuparse por educar en los numerosísimos centros en los que MªCarmen ha practicado su vocación: La Enseñanza.
Pero además es una persona curiosa por aprender de la vida y de las personas que le rodean. Castellón, Madrid, Murcia y Valencia son algunas de las ciudades en las que ha vivido esta maestra de inglés que empezó siendo, cosas de la vida, peluquera y un oficio le llevó a otro, casi por casualidad...
_¿Te fue muy difícil empezar a estudiar a los 45 años, con lo que conllevaba el paso a la Universidad?
No porque la carrera de Magisterio es muy de trabajos, y tuve la suerte de contar con buenos compañeros. La gente joven me aceptó muy bien.. Mi único punto débil fueron las matemáticas que me dejaba siempre para septiembre.
_¿A qué asignatura le tienes más aprecio de las de la carrera?
A Lengua y Literatura Española porque tengo facilidad.
_Hablando de Literatura Española en contraposición con la Inglesa, ¿Podríamos decir que la lengua española es más rica que la inglesa y por ello ha proporcionado un patrimonio literario más significativo?
Sí, en castellano te puedes expresar mejor que en inglés, creo que efectivamente es más rica.
_¿Cómo conseguiste conciliar vida familiar con los estudios y el trabajo?
Levantándome muy temprano y acostándome muy tarde. Sacando tiempo de dónde no había. En lugar de hacer la siesta, estudiaba, incluso hasta la 1:00! Iba como una locomotora, pero como me gustaba sacaba tiempo de donde podía.
_¿Qué aficiones tienes?
Muchas. Me gusta ver la televisión, comer, reunirme con la gente. Pero sobre todo leer. Aunque me cuesta un poco seguir las novelas actuales, tan complicadas con muchos personajes. Por ejemplo acabo de terminar la última de Antonio Gala “El Pedestal de las Estatuas” y es muy liosa con tantos personajes, vas de uno a otro, a mi edad…. En cambio, me gusta mucho Matilde Salvador. Por mi carrera he tenido la oportunidad de leer a Joyce, Shakespeare…
_¿A lo largo de tu vida profesional de maestra como has vivido el cambio experimentado por los jóvenes?
He vivido el comportamiento de los niños de antes, y había un respeto, las clases se podían controlar. Porque dentro del aula, hay niños de los que puedes sacar interés, y otros que te fastidían las clases
_¿Cómo te ha afectado la falta de interés de los padres y su falta de exigencia sin involucrarse?
Me ha preocuapado, sobre todo, el escaso apoyo de los padres. Te pongo un ejemplo, convocaba una reunión y venían sólo 4 ó 5 padres… Los padres son muy exigentes pero si luego castigas al alumno no va a estar de acuerdo y vienen las reclamaciones: “¿Por qué mi hijo?”
Yo cuando mis hijos fueron pequeños, nunca le quite la razón al maestro. Ahora el culpable es el maestro y el inocente el niño.
Pero también te dire que además la escuela se dedica mucho de cara al exterior: está el día de la navidad, el día de la paz... Y organizando dichas jornadas, se pierden clases. Nunca se acaba el libro, tienes que ir apretando. También ocurre que hay falta de medios y personal. Con los niños extranjeros se necesita un apoyo y no hay suficiente personal.
_¿Estás satisfecha de haberte atrevido a dejar tu casa para trabajar?
Satisfechísima, he encontrado otra manera de vivir. No es lo mismo que estar en casa. Me ha llenado tener amigas jóvenes, aunque seas mayor, te aceptan muy bien y eso rejuvenece. Las relaciones con los chicos y chicas no son como antes, no quieren atarse, quieren tener su vida. Vas viendo como cambia la sociedad.
_¿Borrarías algo de tu vida?
Lo único de lo que me arrepiento, es de cuando terminé la carrera, no haber hecho la oposición enseguida. Pero nunca imaginé que mi vida iba a transcurrir de esa manera.
_¿Por qué te decides por la especialidad de Filología Inglesa?
En Madrid, trabajé en un gabinete de estética de una reconocida marca internacional Elisabeth Arden y venía gente de todo el mundo. Fui aprendiendo frases útiles para mi trabajo en inglés, y ahí empezó mi afición. Luego me apunté a una academia por la Puerta de Alcalá. Al venir a Valencia continué en la EOI (Escuela Oficial de Idiomas) que fue más bien un hobby, una excusa para formar un grupo, charrar y fue allí donde surgió la idea de apuntarme a Magisterio e ir a la Universidad.
_¿Cómo has fomentado desde la enseñanza del inglés el hábito de la lectura en tus alumnos?
Desde el principio, siempre he fomentado la lectura, empezando por libros sencillos a partir de 4º. Pienso que sin hábito de lectura no tiene objeto que les enseñes la gramática, si no leen no unen las frases.
_¿Si volvieras a nacer te dedicarías antes a la enseñanza, es decir, a una edad más temprana?
Sí claro, pero al vivir en Castellón, la mentalidad no era la misma. Estudiar el bachiller elemental como yo lo hice, en aquel entorno era ya todo un logro. Mi familia tenía una peluquería y claro la niña, pues tenía que trabajar en el negocio.
_Tú que has vivido en Madrid ¿defínela con una sola palabra?
Agobiante, multitudinaria pero maravillosa.
_¿En qué colegios has dado clase?
He estado por toda la Comunidad Valenciana: Onteniente, Manuel, Torrente, Onda, Benicassim, Oropesa…Cada año nuevos compañeros, nuevos niños.
_Para terminar, ¿piensas que la profesión de maestro es vocacional o que se aprende?
En mi caso fue vocacional. No recuerdo maestros importantes en mi vida, ni hay antecedentes en mi familia. De pequeña no tenía claro que quisiera serlo; pero lo descubrí al ayudar a mis hijos en su paso por la escuela, en casa. Descubrí que me gustaba.